El gobierno costarricense colabora con el sector privado y los socios internacionales para desarrollar Acciones de Mitigación Nacionalmente Apropiadas (NAMAs por sus siglas en inglés). La primera NAMA en implementación es la NAMA Café (NAMA Café de Costa Rica).
La producción de café en Costa Rica está estrechamente vinculada a la identidad nacional del país y proporciona empleo a hasta 150.000 personas (durante la cosecha). Sin embargo, también representa hasta un 1,56% de las emisiones nacionales de GEI de Costa Rica. Para reducir la huella de carbono del sector y mantener una producción sostenible de café en el futuro, el gobierno de Costa Rica planea implementar la NAMA en un proceso participativo entre el 2011 y 2021. Una vez implementada con éxito, la iniciativa también busca poner las bases para extender NAMA a otros sistemas agrícolas.
La NAMA Café de Costa Rica es la primera NAMA agrícola del mundo que se está implementando y es un esfuerzo innovador de colaboración entre los sectores público, privado, financiero y académico. Su objetivo es reducir las emisiones de GEI y mejorar la eficiencia en el uso de los recursos tanto a nivel de plantaciones de café como de beneficios de café. Las principales acciones a implementar son:
Estas acciones crearán el primer café certificado como bajo en emisiones en todo el mundo y darán acceso a nuevos mercados a los productores de café costarricenses. En 10 años, el proyecto nacional tiene como objetivo alcanzar toda la zona de producción de café con una inversión total de US$ 30 millones. También busca sentar las bases para extender la iniciativa a nivel nacional e internacional a diferentes sistemas agrícolas y otros sectores.
El objetivo general de la NAMA Café es producir y procesar café en Costa Rica de una manera sostenible y baja en emisiones. Este objetivo se alcanzará mediante el fortalecimiento de las capacidades técnicas e institucionales a nivel nacional y, al mismo tiempo, facilitará la inclusión y coordinación de los sectores público y privado en iniciativas nacionales de reducción de emisiones.
Al final de la iniciativa, los productores de café y los operadores de planta tendrán los conocimientos agronómicos y tecnológicos necesarios para iniciar un cambio hacia la producción de café bajo en emisiones de carbono. Además, tendrán acceso a opciones de financiación atractivas para inversiones eco-eficientes a largo plazo, y estarán conectadas con compradores internacionales interesados en productos sostenibles y de alta calidad. El concepto se basa en la implementación de tecnologías en el sector cafetalero que incrementen la competitividad, mitiguen las emisiones de GEI y simultáneamente generen beneficios sociales, económicos y ambientales, inclusive en lo que respecta a la adaptación al cambio climático.
Para asegurar el éxito, la NAMA Café incluirá toda la cadena de valor, desde agricultores hasta exportadores, en una variedad de actividades. También integrará iniciativas gubernamentales en curso que fortalezcan el sector cafetalero, como el Fideicomiso cafetalero, un fideicomiso que apoya a los productores afectados por la roya del café en la renovación de sus plantaciones.
Otro programa importante impulsado por el gobierno incluido en la NAMA Café es la renovación de las plantas de café. Una planta de café produce café por más de 40 años, pero después de 20 años su productividad disminuye. Aumentar la productividad de la granja simultáneamente disminuye las emisiones por kilogramo de café producido. Por lo tanto, la renovación de las plantaciones de café ayuda a aumentar la productividad, reducir la intensidad de las emisiones y, al mismo tiempo, ayuda a adaptarse al cambio climático mediante la introducción de nuevas variedades.
Por último, los árboles en los cultivos de café tienen varios efectos positivos: aumentar la biodiversidad, diversificar los ingresos de los productores, capturar carbono, así como proteger y conservar el suelo y los recursos hídricos. La agroforestería ya está incluida en el sistema de Pagos por Servicios Ambientales (PSA) del país.