Después de más de tres años de implementación, Sandra Spies, directora del Proyecto de Apoyo a la NAMA Café de Costa Rica y Carlos Fonseca, gerente técnico del ICAFE, analizaron y discutieron los logros y retos del proyecto, y cómo podría servir como un modelo para otros países y sectores.
Fonseca: Un gran impacto de esta Acción de Mitigación Nacionalmente Apropiada (NAMA por sus siglas en inglés) es la reducción de emisiones del sector agrícola, lo que apoya a alcanzar la meta nacional. El sector café fue escogido porque es una de las fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero más importantes del sector agro. Iniciamos con la determinación de una línea base de emisiones y de ahí, empezamos a educar a las personas en las plantaciones y en los beneficios de café para cumplir con las metas de mitigación de la NAMA. En última instancia, queremos crear un sector cafetalero más sostenible que también esté equipado para combatir los efectos del cambio climático.
Spies: El sector cafetalero se ha vuelto en un sector pionero para el desarrollo bajo en emisiones. En Costa Rica, el sector está organizado meticulosamente, una situación que nos ha ayudado a crear un modelo exitoso que está listo para ser transferido a otros subsectores agrícolas dentro del país, como la producción de banano o la ganadería.
Fonseca: Hay varios factores, pero el principal es la aplicación de fertilizantes en las fincas, que generan el gas de efecto invernadero óxido nitroso. En el proyecto promovemos el uso inteligente de fertilizantes a través de la implementación de buenas prácticas agrícolas y el desarrollo de indicadores el uso racional de fertilizante por kilogramo de café. Esto puede tener un gran impacto las emisiones sin sacrificar productividad o producción económica.
Spies: Recopilamos datos para cada fuente de emisión en cada paso de la producción de café, de las fincas hasta los beneficios. Esta información se recopila cada año como parte del proceso de monitoreo, reporte y verificación (MRV) desarrollado por el NSP Café. Esto nos permite monitorear el desarrollo sostenible de la producción cafetalera y medir los niveles de CO2e emitidos por kilogramo de café. Comparamos las emisiones de un año al otro y la reducción de emisiones es considerada un éxito.
Spies: Iniciamos con una línea base promedia de 2.7 kilogramos CO2e por kilogramo de café. Gracias a las medidas adoptadas como parte del NSP Café, como inversiones en tecnologías más eficientes o la adopción de prácticas sostenibles, varios beneficios y fincas han logrado reducir sus emisiones y ahora emiten menos de 2 kilogramos CO2e por kilogramo de café.
Fonseca: Hemos elaborado una serie de recomendaciones para reducir el consumo eléctrico. Asesoramos a los dueños de beneficios en cómo analizar su consumo energético actual y luego considerar invertir en equipo más eficiente, como hornos de secado o iluminación eficiente.
Spies: cascarilla, que son productos de desecho de la producción de café. En lugar de dejar que estos desechos biodegradables se acumulen, lo que produce una considerable cantidad de emisiones de metano, los nuevos métodos ayudan a tratarlos en procesos de compostaje para controlar y evitar las emisiones.
Fonseca: Cuando comenzamos hace cuatro años, no existía mucha consciencia de los conceptos ambientales que motivan esta NAMA. Pero hoy, la consciencia de estos problemas ha crecido claramente y muchas personas han tomado nuestras ideas en serio. Si uno habla con un productor de café sobre las emisiones o los objetivos de mitigación hoy en día, verá que esos temas se activan inmediatamente e intentan implementar las mejores prácticas en lo posible. Ha sido muy interesante observar cómo los agricultores locales evalúan, adoptan e implementan nuestras recomendaciones.
Fonseca: Definitivamente, los agricultores no sabían del calentamiento global o el cambio climático cuando comenzamos este proyecto. Tuvimos que enseñarles que estamos enfrentando una amenaza ambiental real que se deriva de la mano de obra que está ocurriendo en el sector del café, y que necesitamos introducir medidas correctivas. Tan pronto como quedó claro que las medidas eran relativamente fáciles de implementar, las adoptaron rápidamente, incluso si eso significaba cambiar sus técnicas tradicionales.
Spies: A partir del segundo año ofrecimos nuestros talleres en aquellas fincas que ya habían implementado algunas de las medidas que promovemos y tuvieron resultados satisfactorios. Este enfoque fue muy efectivo a la hora de convencer a los nuevos agricultores a participar. También utilizamos ejemplos muy accesibles e ilustrativos para explicar la química detrás de los procesos. Un argumento importante para muchos de los productores fue que varias prácticas que recomendamos también reducen los costos, debido a que se gasta menos dinero en fertilizantes o electricidad, por ejemplo. También les gustó la idea de obtener acceso a nuevos mercados mediante la producción de café bajo en emisiones. Como próximo paso, será importante extender esa conciencia a los consumidores. Necesitamos una amplia iniciativa de solidaridad dentro de los países consumidores de café para que este café esté disponible para los consumidores, porque sin el lado del mercado, la idea no funcionará a largo plazo.
Fonseca: Sí, la NAMA comenzó como una iniciativa de colaboración liderada por tres instituciones: el Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Medio Ambiente, y nosotros en el Instituto del Café de Costa Rica como consultores técnicos que mantienen vínculos muy estrechos con el sector cafetero. En esencia, es una alianza entre los sectores público y privado.
Spies: Cuando subsecuentemente comenzamos el NSP, los tres actores que Carlos Fonseca acaba de mencionar ya habían sentado las bases. Habían identificado diez beneficios de café que buscaban maneras de hacer que su producción de café emitiera menos carbono. Las tres instituciones han participado en discusiones muy constructivas desde el principio, a pesar de sus intereses particulares. Este enfoque multisectorial ha sido un factor importante en el éxito del proyecto.
Fonseca: Ha tenido un papel importante en potenciar las iniciativas del gobierno. El apoyo del equipo del NSP Café cubre áreas como la elaboración de material técnico y organizar e implementar las capacitaciones para los productores, el desarrollo de un sistema de MRV, y la comercialización y el mercadeo del café bajo en emisiones. Adicionalmente, el NSP Café ofrece acceso a líneas de crédito a beneficios y productores que quieren transformar sus negocios para reducir su huella de carbono.
Spies: Parte del financiamiento para el NSP Café se utiliza para lograr una tasa de interés más baja para las inversiones bajas en emisiones en el sector. El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) se unió a esto para crear una línea de crédito denominada Programa de Financiamiento de la NAMA Café que facilitará hasta diez millones de dólares en préstamos para los beneficios de café. Además de esta línea de crédito, el NSP trabaja con otros dos mecanismos financieros. Apoyamos desembolsos de hasta el 10% de las inversiones realizadas en tecnologías bajas en emisiones de carbono y eficientes en el consumo de energía y agua como una especie de acceso acelerado a la transformación. El tercer mecanismo consiste en subvenciones para promover la plantación de árboles de sombra en fincas de café como un medio adicional para compensar sus emisiones y adaptarse a los cambios climáticos.
Fonseca: Son indispensables. Por un lado, trabajamos para informar y capacitar a los agricultores y productores en los beneficios, pero con estos mecanismos financieros también podemos ofrecer recursos necesarios para que puedan comprar e implementar las nuevas tecnologías.
Fonseca: Cuando finalice el NSP, mis colegas y yo en el Instituto del Café de Costa Rica continuaremos trabajando con los conceptos que expone el proyecto. También estamos desarrollando mecanismos financieros para apoyar sus ideas con recursos de otras instituciones. Entonces, las semillas del cambio han sido sembradas y ya están dando frutos.
Spies: Una lección importante para nosotros fue que la excelente organización del sector café ha sido un factor clave para el éxito del proyecto desde el principio. También nos dimos cuenta de que es importante adoptar un enfoque flexible ante los problemas inesperados y las oportunidades que surgen en el camino. Por ejemplo, decidimos utilizar una aplicación desarrollada por USAID para generar datos valiosos recopilados de productores y productoras para nuestro sistema de MRV. Cuando notamos que eran necesarios algunos cambios, adaptamos la aplicación a nuestras necesidades para facilitar la recopilación de datos en el campo. El ICAFE planea ampliarlo aún más para incluir funciones adicionales.
La proximidad a las personas también fue muy importante. Se puede decir que a veces proyectos como este tienden a volar demasiado alto. Queríamos aterrizar los temas y llevarlas a las personas involucradas, así que fuimos al campo, hablamos y escuchamos a los agricultores e integramos sus puntos de vista e ideas en el proyecto.
Spies: Subestimamos la complejidad del sector agrícola. Si visitas los 256 beneficios de café en Costa Rica, notarás que cada uno es diferente. Es importante conectar esa realidad con las métricas y nuestras estadísticas nacionales, porque la diferencia es inmensa. Y es importante tener eso en cuenta al elaborar un concepto.
Fonseca: Al inicio del proyecto, establecimos una serie de objetivos sin tener una línea base de referencia profunda, por lo que básicamente era imposible alcanzar algunos de nuestros objetivos. Esta NAMA trajo un concepto muy nuevo a Costa Rica, y esa fue una de las razones por las que no teníamos suficiente información en la que podíamos basar las decisiones iniciales.
Spies: Una delegación de El Salvador nos visitó recientemente porque están interesados en desarrollar una NAMA en el sector agrícola. Una de nuestras primeras recomendaciones fue que observaran muy de cerca sus números y que se aseguren de que eran confiables. Si no existe una línea base sólida, realmente hay que tomarse el tiempo para crear una. Solo así se pueden definir metas realistas basadas en datos.
Fonseca: Costa Rica solo produce el 0.035% del café del mundo. Obviamente, somos muy pequeños y nuestro impacto directo en las emisiones globales es igual de pequeño. Pero el impacto real de nuestro trabajo es el desarrollo de un ejemplo de mejores prácticas. Esperamos que otros países opten por adoptar nuestro modelo y adaptarlo a sus necesidades. También hemos reunido aprendizajes importantes que serán invaluables para futuros proyectos en todo el mundo. Hay varios países productores de café en la región, como El Salvador, Honduras, Guatemala, República Dominicana y Colombia, a quienes les gustaría presentar proyectos similares y que actualmente están buscando la infraestructura y el apoyo similar al que tuvimos a través de la NAMA Facility, que ha sido el motor que impulsa toda esta iniciativa.
La entrevista se llevó a cabo por encargo de la NAMA Facility, el donante del Proyecto de Apoyo a la NAMA Café (NSP Café), y fue publicado originalmente en la → página web de la NAMA Facility en inglés. La traducción al español fue realizada por el equipo del NSP Café.